Básculas integradas al SGA de tu almacén: una solución precisa para gestionar inventarios
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Las básculas integradas al SGA aumentan notoriamente la productividad y la eficiencia de almacenes.
Estos dos factores, productividad y eficiencia, resultan clave a la hora de marcar la diferencia. Generan una ventaja competitiva para empresas que desarrollan su actividad en sectores cada vez más saturados.
A lo largo de este artículos evaluaremos cuál es el papel de las básculas y el SGA en el almacén, especialmente en la gestión de inventarios y la preparación de pedidos.
Qué son las básculas integradas al SGA y qué función cumplen en almacén
La báscula industrial (también denominada balanza) es un instrumento de medición utilizado en almacenes y también en laboratorios. Se usa como herramienta de precisión en las tareas de pesaje. Facilita y optimiza procesos de producción, almacenamiento, empaquetamiento y transporte.
Su tecnología permite calcular con exactitud la masa de las unidades que entran y salen del almacén, permitiendo llevar un riguroso control de las existencias. Su precisión es su mejor atributo.
Las básculas se colocan en diferentes puntos de la cadena de suministro. Al paso de la mercancía por estas localizaciones, los dispositivos registran su peso y sus dimensiones. El cálculo es estricto y a tiempo real.
Los datos se vuelcan automáticamente en el Software de Gestión de Almacén. La conexión entre este y los dispositivos de pesaje puede hacerse a través de cables (la mayoría de las básculas poseen salida RS-232) o de forma inalámbrica.
La tecnología de las básculas integradas al SGA
Las herramientas de pesaje industriales gozan de gran precisión gracias a la tecnología electrónica de la que disponen.
Igual que las utilizadas tradicionalmente en la repostería y la gastronomía, las básculas de almacén funcionan mediante una célula o celda de carga. Este instrumento transductor se fabrica generalmente en acero inoxidable y convierte un tipo de energía en otra:
- Una corriente de carga electrónica recorre la célula.
- Cuando se coloca un peso sobre la báscula, el sensor del transductor sufre una ligera compresión.
- Esa pequeña fuerza ejercida modifica la corriente eléctrica.
- Un indicador mide cuál ha sido el cambio de micro voltaje y lo muestra como un valor de peso.
Tipos según su uso en almacén
Según la tarea concreta que realizan, su localización o las necesidades del almacén, se pueden instalar básculas de diferentes tipos:
- Gancho pesador: diseñado para productos de gran tamaño. Permite controlar cargas suspendidas. Su gran ventaja es que la báscula se puede tarar y congelar la indicación incluso cuando la carga ya se ha retirado.
- Báscula pesa palé: también pesa productos grandes, por lo que se recomienda para industrias que manipulan cargas paletizadas.
- Transpaleta pesadora o carro de carga: es una carretilla elevadora que integra la tecnología de pesaje con una rueda timonera. Permite así el transporte de la mercancía. Recomendada también para unidades paletizadas.
- Barra pesadora: su diseño permite pesar productos largos y en grandes cantidades.
- Báscula para camiones: diseñada para pesar en el propio camión aquellas unidades que por su tamaño o forma son difíciles de pesar individualmente. También se usa para calcular si el peso transportado es mayor del indicado y puede suponer un peligro en carretera.
Por otro lado, como indican en su página web los especialistas en instrumentos de calibración de Femto, es imprescindible que la báscula de precisión cuente con un certificado Certificado de calibración emitido por un Laboratorio Acreditado por ENAC según ISO 17025.
La importancia de la medición precisa del peso en la gestión de inventarios en almacenes
El pesaje de las mercancías es un proceso imprescindible para controlar la cantidad y calidad de las materias primas y los productos finales almacenados.
La automatización industrial de este proceso evita roturas de stock. Medir la masa de los productos a ojo y sin precisión acarrea errores de cálculo, que se traducen en pérdidas de producto, de euros y de tiempo. Para reducir estos fallos y los costes asociados, lo mejor es contar con la tecnología de las básculas industriales.
Cómo las básculas y los sistemas de gestión de almacén mejoran la precisión en la gestión de inventarios
Gracias a su integración con el SGA, las balanzas de pesaje reconocen las unidades entrantes y salientes y registran los datos correspondientes a su dimensión y masa. En el sistema de gestión de almacén están registrados los pesos de cada producto, lo que sirve como baremo de control.
En almacenes automatizados con tecnología RFID o similar, las nuevas unidades entran y son detectadas por el sistema. En ese instante los dispositivos de pesaje miden el peso total y vuelcan los datos en el SGA, restando o sumando existencias al stock total.
La verificación del peso de cada unidad facilita posteriormente el cálculo de los costes de su transporte o envío.
El registro también ayuda a comprobar que las cantidades recibidas se corresponden con las solicitadas. En caso contrario, si se omite el pesaje o se realiza con técnicas no exactas, la empresa puede no darse cuenta de que la cantidad acordada con el proveedor es inferior a la que finalmente llega.
Cómo las básculas conectadas a un sistema de gestión de almacén están mejorando la toma de decisiones en la gestión de inventarios
El uso de una báscula digital no solo optimiza el control de entradas y salidas de almacén, sino que también ayuda en la distribución de mercancías.
Cuando nuevas referencias llegan, los sensores de pesaje registran el peso total. El SGA recibe la información y calcula cuántas carretillas elevadoras y operarios se necesitan para proceder a su almacenaje. Después, el software envía las órdenes correspondientes para optimizar tiempos y procesos internos.
Según los datos recogidos por las básculas, el SGA verifica falta de stock o una mala gestión de este. Por ejemplo, el sistema detecta sobrecargas por mínimas que sean. Estas pérdidas de producto a la larga conllevan un gran coste económico, pues se vende al mismo precio un producto que contiene más cantidad de la establecida.
La información registrada por el SGA permanece siempre a disposición de la persona responsable. Cualquier operario puede consultar los datos desde una computadora conectada sin necesidad de acudir a una impresora para obtenerlos en papel.
Cómo los sistemas de gestión de almacén y las básculas trabajan juntos para mejorar la eficiencia en la preparación de pedidos y recepciones
Las básculas integradas al SGA también optimizan la preparación de pedidos. Muchas empresas utilizan estos dispositivos para controlar el llenado del producto final.
Sobre la balanza se coloca el recipiente o tambo que contendrá el producto final. A través del SGA, el operario o la máquina de llenado integrada reciben órdenes para ir añadiendo las cantidades o piezas solicitadas. La báscula avisa de que el pedido está completo cuando detecta que se ha alcanzado el peso marcado.
Para ello, es imprescindible registrar en el SGA el peso mínimo requerido para cada producto y también el máximo que verifica su viabilidad económica.
La balanza no solo actúa como asistente en la preparación del pedido, certificando su calidad. También resulta un preciso método de verificación de la mercancía antes de su envío. En caso contrario, un cliente podría recibir un pedido con menos cantidad de la que compró y presentar una reclamación.
Es importante destacar también que en algunos casos un error de este tipo durante la fabricación y el embalaje puede llevar al incumplimiento de la ley. Un ejemplo de ello es la industria química, en la que debe llevarse un estricto control de las cantidades.
De este modo, siempre que la máquina de pesaje detecte una irregularidad traslada la información al SGA. El sistema envía entonces una alerta para identificar el lote o pedido afectado y proceder a su retirada.
Ventajas de utilizar sistemas para el pesaje
Las básculas integradas al SGA han pasado a ser dispositivos muy requeridos en almacenes. Especialmente aquellos que manejan cargas de gran tamaño y con una alta rotación de mercancía.
Su funcionalidad principal es la de pesar unidades, pero a ella vienen asociados otros muchos beneficios.
- Mejoras en el control de calidad: el pesaje de los productos se hace de manera continuada y automática, no aleatoria ni manual.
- Mayor productividad: la cadena de suministro no se pone en pausa para hacer un recuento físico del inventario.
- Reducción de errores: el sistema detecta un sobre o infra llenado que pudiese suponer un futuro coste económico para la empresa (por ejemplo, si un cliente pide el reembolso de un pago por no haber recibido la cantidad de producto correcta).
- Cumplimiento de las normativas: el sistema comprueba que el peso neto de cada producto se ajusta a los límites establecidos por las leyes de consumo. Esto es algo que afecta especialmente a la industria farmacéutica y la de los alimentos.
- Centralización de todos los datos de pesaje en el SGA: pudiendo generar y descargar estadísticas e informes de mejoras. También permite establecer sistemas de alerta por correo electrónico o telefonía móvil.
- Disminución de los movimientos en almacén y de los riesgos del pesaje manual, especialmente en cargas de gran tamaño.
Cómo la tecnología operativa en almacén está ayudando a reducir errores en la gestión de inventarios
Como cualquier otra tecnología operativa, la integración de las básculas al SGA es altamente recomendable. Si no se produce, la información corre el riesgo de perderse o no registrarse adecuadamente en el servidor.
En logística es estrictamente necesario conocer las materias primas y las existencias disponibles. Sin estos datos y un control absoluto de ellos, se producen costes extra, además de una disminución en la productividad y la competitividad del almacén.
La automatización de la gestión del stock debe ser la apuesta de cualquier departamento logístico. El uso combinado de tecnologías como la RFID, las balanzas digitales o los equipos de robótica, aumenta la fiabilidad del proceso de inventariado.
El Software de Gestión de Almacenes actúa como el cerebro de todas las operaciones implicadas. Es fácilmente accesible desde un alojamiento web al que todos los dispositivos conectados tienen acceso, como una PDA para almacén o un teléfono que el operario lleva consigo fácilmente.
El sistema de gestión de almacén también comunica la información registrada al ERP (las siglas en inglés de Enterprise Resource Planning, el gestor de recursos de la empresa). Cualquier otro departamento de la empresa que necesite acceder a los datos del inventario podrá hacerlo. Por ejemplo, la división de atención al cliente puede hacer un seguimiento fiable de las expediciones de pedidos y del stock disponible.
Nuestro equipo de profesionales de la logística te ayuda a implementar tecnologías operativas como las básculas para mejorar la efectividad de tu almacén.