Cómo transformar mi almacén en almacén automático


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El almacén automático representa el futuro de la logística. Gestionados por sistemas tecnológicos y operados con equipos robotizados, estos almacenes facilitan los procesos de expedición y preparación de mercancía. 

En este artículo hablamos en detalle de los almacenes automáticos y la transformación que suponen para la industria.

¿Cómo funciona un almacén automático?

Automatizar un almacén implica mejorar la eficiencia de este. Las tareas más importantes, pero también las más repetitivas y manuales, las realizan equipos robotizados. De este modo no solo se optimizan los procesos, sino que se reducen tanto el riesgo de accidentes laborales como los errores humanos.

Para conseguirlo, se implementa el empleo de softwares y tecnologías logísticas. Estas aseguran la correcta gestión de los bienes, desde que llegan al almacén hasta que el pedido se prepara para salir. Su funcionamiento se combina con el de otras herramientas de gestión de inventario. 

De esta forma, cualquier traslado, entrada o salida de una unidad de carga se realiza de manera automática y queda registrada en la base de datos. Toda la información que queda guardada puede revisarse para comprobar si todo funciona correctamente o hay otros puntos a mejorar. 

Los equipos robotizados en los almacenes 4.0

Para el correcto funcionamiento de un almacén automático se necesitan transelevadores, estanterías y transportadores. Estas máquinas a su vez deben gestionarse a través de un software de gestión (SGA) que automatice y simplifique las operaciones. En conjunto, manipulan la carga con seguridad, precisión y velocidad.

Software de Gestión de Almacenes (SGA)

Como un cerebro, el Software de Gestión de Almacenes se encarga de racionalizar los procesos del almacén, optimizándolos en tiempo, espacio y recursos. Además de actuar sobre la tecnología, el SGA aporta información a los trabajadores para que sepan dónde tienen que estar y qué deben hacer. Se acabaron los desplazamientos innecesarios o los traslados de carga incorrectos. 

Aunque sus ventajas logísticas son numerosas, implementar un SGA también es ventajoso para el crecimiento de la empresa. Gracias a la gestión y el cálculo de costes, este software actúa como guía para planificar futuras expansiones.

Los Softwares de Gestión de Almacenes guardan la información sobre cada unidad de carga, haciendo más fácil su localización y traslados.

Transelevadores 

Unos de estos equipos robotizados son los transelevadores. Se encargan de transportar y elevar cargas. Constituyen máquinas de última generación que facilitan los desplazamientos de las unidades de carga dentro del almacén. Gracias a su amplio rango de movimiento, pueden adaptarse a las dimensiones de la nave en cuestión y alcanzar grandes alturas. 

Los hay de dos tipos: transelevadores para palés o para cajas (también llamados miniloads). En cualquiera de los casos, suponen grandes beneficios para la empresa, tal y como apunta este estudio:

  • Se reducen los desplazamientos de las mercancías.
  • Optimizan cada movimiento
  • Sustituyen a otras herramientas que ocupan más espacio y requieren más manutención, como las carretillas elevadoras.
  • Se disminuyen costes derivados de la contratación de personal en el almacén.
  • Aumenta el retorno de la inversión: las entradas y salidas de palets se agilizan y se incrementan. Se pueden realizar todos los días del año a cualquier hora.

Estanterías

También automatizadas, las estanterías soportan las unidades de carga y las almacenan de manera autónoma y eficiente con ayuda del SGA.

Favorece a naves de almacenaje cuyo flujo de movimiento es rápido y constante. Estas han visto en las estanterías automatizadas grandes ventajas:

  • Optimización del espacio: las cargas pueden llegar a más altura y moverse entre espacios más estrechos.
  • Control de las mercancías: los softwares de inventario instalados en las estanterías permiten verificar el estado y la localización de la carga en cualquier momento.
  • Reducción de errores: la mayor precisión de estas estanterías evita fallos en la entrada o salida de bienes.
  • Obtención de más espacio de almacenaje: incluso con doble profundidad son igualmente accesibles por los transelevadores.

Transportadores

La función de estas máquinas es gestionar de manera automática y autónoma la distribución de la mercancía entre el pasillo y la estantería adecuadas. Su sistema logra una eficiencia casi total en los procesos de traslado de las unidades de carga. Además, sustituyen a los operarios en una tarea que suponía un peligro para ellos.

En la actualidad, los transportadores incorporan una serie de dispositivos para verificar sus movimientos. Por lo tanto, no suponen un riesgo de caídas. Además, pueden colocarse en diferentes zonas del almacén según las necesidades logísticas.

Diversos estudios demuestran que estos equipos ayudan a maximizar la capacidad de transporte interno y la productividad de la empresa.

Los almacenes autoportantes y su automatización

Un almacén autoportante es un sistema de almacenaje en el que las estanterías soportan la estructura del espacio. Es decir, no solo aguantan el peso de las mercancías, sino que también actúan como armazón de la nave. Representan una solución adecuada que aprovecha todo el espacio y evita tener que hacer obras.

Como consecuencia, estos almacenes alcanzan gran altura. Gestionarlos solo es posible con el empleo de un sistema automatizado que permita acceder a todos los niveles. Además, el movimiento de mercancías pasa a hacerse de manera mecánica, eficiente y segura gracias a los robots logísticos.

¿Qué altura suele alcanzar un almacén automático?

Las naves logísticas que operan de manera automatizada lo hacen principalmente por su altura. Solo son accesibles con medios tecnológicos. No obstante, la medida máxima de las estanterías depende del tipo de almacén con el que nos encontremos.

Las estanterías de los almacenes autoportantes sostienen el propio edificio. Esto supone que la altura únicamente viene delimitada por factores como el peso de la mercancía, la fuerza del viento o las normativas de la UNE. En consecuencia, muchos almacenes de esta categoría llegan a medir más de 40 metros de altura.

En el caso de las naves ya construidas, la altura máxima de las estanterías viene marcada por el propio edificio. Por lo general, no se superan los 15 metros

La diferencia entre un almacén automático y uno convencional

El aspecto principal que lleva a distinguir un almacén automático de uno convencional es la eficiencia. Esta también es la razón que ha llevado a muchas empresas de logística a digitalizar su almacenaje. Además, la transformación implica un ahorro económico por la reducción de costes en maquinaría poco eficiente y en mano de obra.

Seguridad

La eficiencia del almacén automático supone también una disminución de los riesgos laborales para los operarios. El continuo tránsito por los pasillos y los desplazamientos manuales de la carga suponen un peligro. De hecho, los sindicatos alertan de que la mayoría de accidentes laborales se producen por caídas de cargas o lesiones por el manejo constante de estas.

Eficacia y eficiencia

Es cierto que en los últimos años los sistemas tradicionales han incorporado elementos modernos, como las carretillas elevadoras. No obstante, estas máquinas se quedan anticuadas si las comparamos con los transelevadores y sus sistemas informáticos. Estos últimos son mucho más rápidos y ágiles.

Por otro lado, los procedimientos más tradicionales, que dependen directamente del operario, son más proclives a incurrir en fallos. Muchas son las ocasiones en las que los costes y los tiempos aumentan por un error en el proceso de preparación de pedidos. En un almacén automático esto no ocurre. En cambio, aumenta el rendimiento de todo el equipo, tanto el humano como el tecnológico.

Almacén automático: ventajas e inconvenientes

El proceso de automatización de un almacén trae grandes ventajas a la industria logística. Principalmente se ven beneficiadas su gestión interna y su imagen externa. La razón es que la mejora de la producción influye directamente en la calidad del trabajo realizado.

Ventajas del almacén automático

Entre estas mejoras se encuentran: 

  • Mayor velocidad y precisión en el procesamiento y desplazamiento de las mercancías.
  • Optimización de espacios y tiempos, consiguiendo una mayor y más eficiente capacidad de almacenaje sin necesidad de hacer ampliaciones al edificio.
  • Reducción de errores en la preparación y envío de pedidos.
  • Disminución de accidentes laborales, ya que el personal de almacén no tiene que moverse entre pasillos o cargar la mercancía.
  • Mejor control del inventario gracias a softwares de gestión que permiten también controlar y cumplir los objetivos comerciales y logísticos.
  • Mayor satisfacción del cliente final.
  • Reducción de costes y de mano de obra.
  • Alta agilidad a la hora de preparar pedidos, por lo que aumenta la capacidad productiva de la empresa.

Desventajas y retos de los almacenes automáticos

Sin embargo, los almacenes automáticos también acarrean retos para los clientes. Para empezar, instaurar un nuevo sistema siempre implica una inversión económica y también de tiempo. Se hace necesario reestructurar toda la empresa, a los trabajadores y la disposición de las unidades de carga. Es fundamental contar con profesionales en este campo, algo que no es posible para todas las industrias.

En un momento dado, parte de la maquinaría (o toda) puede llegar a estropearse. Sumada a los gastos de arreglarla, hay que calcular los costes que conlleva que la producción tenga que pararse o ralentizarse. Para disminuir este riesgo es aconsejable realizar programas de mantenimiento y anticiparse a estos posibles periodos de inactividad.

¿Cuándo es necesario automatizar un almacén?

La decisión de cuándo automatizar el almacén debe tomarse racionalmente y valorando diversos factores. Lo principal es examinar el estado actual de la logística de la empresa. Se valorarán los tiempos de entrega, la eficiencia de los procedimientos o los objetivos comerciales. ¿Hay gastos superfluos e innecesarios? ¿Se está perdiendo dinero o tiempo por una baja productividad? ¿Hay algún objetivo inalcanzable si se mantienen los sistemas actuales?

Tras este examen se puede saber qué es lo que está fallando y cuál es su solución. Por ejemplo, transformando el almacén y digitalizándolo se podrían reducir los costes extra causados por una mano de obra o una maquinaría poco eficaces.

Del mismo modo, los errores en los inventarios podrían evitarse fácilmente con un sistema informático que controle con precisión cada unidad de carga. 

Por lo general, cualquier empresa de logística que vea que sus procesos tienen un bajo rendimiento y quiera aumentar su productividad encontrará una solución en la automatización. Especialmente repararán en sus beneficios aquellos almacenes con una gran demanda de trabajo.

¿Cómo poner en marcha un proyecto de almacén automático?

El proyecto de automatizar un almacén no se completa de un día para otro. Es imprescindible contar con la opinión de todas las partes implicadas y también de un comité de expertos. Los directores corporativos y los logísticos deben definir un calendario, unos objetivos y unos plazos a cumplir.

Primer paso: examen del estado actual

En la fase inicial del proyecto el comité a cargo de este deberá examinar el estado actual del almacén y de su gestión. El objetivo es definir cuáles son las tareas repetitivas y poco eficaces. Luego hay que estudiar cuál la viabilidad para transformarlas. En este momento es cuando el conocimiento de profesionales del sector puede ayudar a identificar las brechas tecnológicas.

Es posible que esta primera fase evidencie que la digitalización total no puede llevarse a cabo, algo que no debe frenar el proyecto. En cambio, se pueden valorar cuáles son las modificaciones factibles y poner en marcha un programa para implementar cada una de ellas.

Segundo paso: instalación de un software de gestión para el almacén

Para que el almacén se gestione correctamente es imprescindible instalar un software SGA. Gracias a su sistema de lectura se controla cada movimiento de la mercancía y se conoce su estado en cualquier momento. En el momento de su instalación, el almacén podrá crear y tener acceso a una base de datos completa desde el momento de la recepción de la carga.

La digitalización de este proceso asegura la trazabilidad y limita los errores o las pérdidas, ya que cada paso queda registrado. Sin un buen SGA el resto de robots no podrán almacenar o trasladar las unidades de carga.

En definitiva, actúa como responsable de la integración de la nueva maquinaría automatizada. Su funcionamiento pone en marcha, sincroniza y monitorea todo el equipo robótico.

Tercer paso: incorporación del equipo robotizado

Existen diferentes tipos de maquinaría y soluciones para cada empresa. Según lo examinado en el paso uno podrán determinarse los sistemas que se necesitan y cómo implementarlos. Por otro lado, dependiendo de la viabilidad del proyecto el cambio podrá ser total o parcial. 

En esta fase es fundamental dejarse asesorar. Así se establecerá correctamente cuáles son los sistemas más rentables y el mejor modo de incorporarlos. Para ello hay que tener en cuenta los objetivos de la empresa y por qué ha iniciado la automatización de su almacén.

En caso de que quiera acelerar flujos de carga y descarga, lo primero es automatizar serán los transportadores y los transelevadores. Dependiendo de si trabaja con palés o cajas escogerá un modelo u otro.

Sin embargo, habrá otros almacenes que quieran dejar de desaprovechar el espacio y, en consecuencia, instalar estanterías de doble fondo o drive in.

Ejemplos de almacenes automáticos de grandes empresas

En los últimos años muchas empresas han automatizado sus procesos logísticos. Implementando mejoras y transformaciones en sus almacenes, han hecho más eficiente todo su proceso de fabricación, almacenaje, traslado y expedición de bienes.

Para ello, han realizado una transformación minuciosa y adaptada a su modelo de negocio y sus necesidades de almacenaje.

Porcelanosa y los transportadores automatizados

Esta empresa española soportaba un alto flujo de mercancías, por lo que incorporó transportadores a su almacén. Este cambio permite conectar las áreas de producción y de logística de manera automatizada, sin transportes innecesarios y lentos por medio de carretillas elevadoras.

Mercadona y su software para palés

Desde sus inicios la cadena de supermercados ha sido referente en almacenes automáticos. Actualmente cuenta con una de las plataformas de distribución más modernas. Su software y su maquinaría son capaces de despaletizar cada palé y redistribuir la mercancía en estanterías.

Amazon y su gestión automática de pedidos

El gigante del comercio online es famoso por su velocidad en la gestión de pedidos. Lo ha conseguido gracias a un sistema logístico impecable cuyos robots son capaces de reconocer, seleccionar y entregar a un trabajador el producto indicado. De este modo, ha reducido considerablemente el número de empleados en planta.

La Piamontesa y su almacén frigorífico automático

La Piamontesa es una empresa argentina que fabrica embutidos. Para mantener las propiedades del producto cuenta con varias cámaras frigoríficas donde almacenarlo. Aunque a estas cámaras pueden acceder empleados, no es conveniente por su baja temperatura y otras condiciones que las hacen inseguras. 

El modo que La Piamontesa ha tenido de solucionar este problema ha sido con un sistema de almacenaje automático de frío. De este modo, se evita que el personal entre y salga de la cámara no solo se preserva su integridad física, sino que se reduce el consumo energético y se mantiene la temperatura interior.

 

Transforman un almacén en un almacén automatizado debe ser siempre un proceso personalizado para tu empresa. Nuestro equipo de consultoría logística está siempre disponible para ayudarte.

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