¿Por qué los sistemas de carruseles (verticales o horizontales) están de moda?
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En los últimos años varias empresas han apostado por los sistemas de carruseles, incorporando una de sus dos versiones (vertical u horizontal), o incluso combinando ambas, almacenes de todo tipo han observado como su gestión mejoraba. Le contamos en qué consisten y cómo puede beneficiar a tu empresa.
¿Qué es un sistema de carruseles?
Un sistema de carrusel consiste en un conjunto de estanterías, dispuestas vertical u horizontalmente, donde la mercancía se almacena y rota gracias a la ayuda de un motor y un software que lo gestiona.
Los carruseles funcionan mediante una estrategia de “producto a operario”. Para ello, se controlan con un Software de Gestión de Almacenes. El operario solicita informáticamente la carga y el software pone en marcha el sistema de carruseles para entregársela. A la vez, el SGA hace un control preciso del inventario, pudiendo acceder a la información en cualquier momento.
Su disposición vertical u horizontal depende de las necesidades del cliente y de las dimensiones de la nave logística. Los carruseles representan una alternativa para empresas que quieren automatizar sus almacenes pero no pueden instalar transelevadores.
¿Qué es un almacén horizontal?
El almacén automático horizontal es aquel formado por un conjunto de estantes que se desplazan lateralmente, formando un óvalo. Cuenta con una estructura de guías de la que se suspende una serie de módulos o contenedores unidos entre sí.
Este transporte de la mercancía facilita el picking al operario, que la recibe en su puesto de trabajo. Además, el sistema puede optimizarse aún más gracias a la instalación de otros elementos, como dispositivos pick-to-light y put-to-light.
La maquinaría de este tipo de almacenes posee un eje de rotación horizontal, permitiendo que la mercancía se mueva en ambos sentidos (de derecha a izquierda y viceversa). De este modo, la unidad logística llega lo antes posible al operario, recorriendo siempre el camino más corto.
¿Qué es un carrusel horizontal?
El carrusel horizontal tiene una morfología propia que permite optimizar el proceso de picking en almacenes con un espacio compacto. El mecanismo gira automáticamente para hacer accesible el módulo que contiene la mercancía solicitada.
Lo forman varios elementos y secciones:
- Sistema de control: Recibe las órdenes del SGA y a veces también directamente del operario. Este ordenador se programa para que lleve la mercancía de la manera más rápida posible.
- Sección cerrada: donde se encuentra el motor del carrusel, el carril y la cadena de tracción.
- Sección abierta: uno de los lados del carrusel permanece abierto para que el operario pueda coger cada una de los artículos.
La altura que alcanzan los carruseles horizontales es más bien poca (aproximadamente 1,5-2 metros), por lo que se adaptan a espacios bajos o con elementos de la construcción como vigas. No obstante, su distancia puede ser considerable, llegando a los 20 metros.
Las ventajas de un sistema de carruseles horizontal
El aumento del rendimiento en los procesos de almacenaje, distribución y traslado de mercancías suponen un gran beneficio. Sin embargo, el almacén automático horizontal resulta ventajoso en otros aspectos.
- El espacio se aprovecha al máximo, ya que los pasillos se reducen entre un 20% y un 40%.
- Los operarios acceden de manera ágil, segura y rápida a la mercancía, sin necesidad de desplazamientos.
- El inventario se controla de manera informática, reduciendo las pérdidas y los tiempos por no localizar algún artículo.
- El almacén queda totalmente cerrado, excepto por el pequeño sector que queda abierto para el operario. Esto ayuda a mantener las condiciones de almacenaje y seguridad de la mercancía.
- Disponible para espacios bajos inferiores a 3 metros.
¿Qué es un almacén automático vertical?
Los almacenes automáticos verticales disponen de de un sistema de estantes colocados verticalmente, uno encima de otro, como si formasen un gran armario. Toda la estructura permanece cerrada al exterior, y solo posee una abertura en la parte inferior, donde se sitúa el puesto de picking.
De todo el sistema, el elemento principal es su lanzadera, controlada por un software de gestión. Su mecanismo permite que se desplace en sentido vertical entre los estantes, retirando la carga solicitada informáticamente. Cuando la ha recogido, vuelve a moverse, esta vez hacia abajo, para entregársela al operario.
La profundidad de las bandejas puede variar dependiendo del espacio disponible (entre 600 mm y 800 mm), igual que su largo (entre 2.000 y 4.200 mm). Por otro lado, cada bandeja puede dividirse en varios compartimientos, optimizando el volumen de almacenaje interior.
Estas separaciones son flexibles, por lo que pueden adaptarse a las necesidades del cliente y al número de referencias requeridas en cada momento. Constituyen una alternativa eficaz para las empresas farmacéuticas.
¿Qué es un carrusel vertical?
La estructura de los carruseles verticales está formada por un conjunto de estantes o bandejas que rotan sobre un eje vertical. El movimiento responde a las órdenes dadas de manera manual, semiautomática o automática a través del software de gestión.
La acción del motor y de microprocesador logran la eficiencia del mecanismo de los carruseles verticales:
- Motor de corriente continua: permite un funcionamiento silencioso y a una velocidad óptima y sin aceleraciones, algo imprescindible para ciertos tipo de mercancía (como alimentos o medicamentos).
- Microprocesador: controla el movimiento de la lanzadera para que ésta acceda con precisión a la bandeja correcta.
Las ventajas de un sistema de carruseles vertical
En la actualidad, de entre todos los tipos de almacenes automáticos, el vertical es el más implementado. Entre sus ventajas, la optimización del espacio (hasta un 90% más que otros sistemas) y del tiempo de trabajo.
- Optimización del espacio en naves industriales de gran altura: los almacenes verticales pueden alcanzar hasta los 30 metros, aunque la media son 15 metros. De este modo, se recupera y se hace accesible espacio antes desaprovechado.
- Aumento de la productividad: el picking se agiliza gracias al uso de software; el SGA ó el operario solicita la unidad logística y, en pocos segundos, la lanzadera del carrusel se la entrega sin errores.
- Almacenaje de cargas con diferentes dimensiones y pesos: la posibilidad de dividir los estantes según necesidad, permite guardar mercancías diversas.
- Elevación de mercancías pesadas: desplazar cargas paletizadas o voluminosas ya no representa un problema.
¿Por qué instalar un sistema de carruseles?
Cualquier empresa logística puede beneficiarse de la instalación de un almacén automático, sea este vertical y horizontal. Las ventajas son múltiples, especialmente para empresas que no pueden permitirse un sistema totalmente automático.
Los estudios apuntan a que el retorno de la inversión (ROI) llega en solo 6 meses gracias a una combinación de diversos factores.
- Mejora ergonomía: el operario permanece en el puesto de picking y la mercancía llega a él gracias al SGA. Una vez la recibe, puede desplazarla de forma cómoda, sin necesidad de elevar cargas pesadas manualmente.
- Tiempos reducidos: la productividad y la velocidad en la entrada y salida de los bienes aumenta exponencialmente. El sistema guía a los empleados en el proceso de picking, evitando fallos y siendo más precisos en la manufactura del pedido.
- Aprovechamiento del espacio: la optimización es total, pudiendo almacenar mercancía en lugares antes inaccesibles (bien por la altura del edificio o porque había que destinar espacio al tránsito de personas).
- Seguridad: la instalación permanece cerrada (excepto en el puesto de picking), lo que asegura que la mercancía se conserva en las condiciones adecuadas y se reducen los riesgos de que se caiga.
- Registro y control: estos almacenes se gestionan a través de un SGA, lo que facilita el control del inventario. Cada movimiento se realiza de manera precisa y queda registrado.
¿Es mejor un sistema de carruseles vertical o uno horizontal?
El primer paso para decidir entre un almacén con un sistema de carrusel horizontal o vertical es examinar las áreas logísticas que podrían beneficiarse de uno u otro. Por otro lado, también hay que valorar aspectos técnicos del edificio, como la altura, y las necesidades comerciales (aumentar la productividad, controlar mejor el inventario o evitar errores humanos, por ejemplo).
En líneas generales, los cuatro elementos que determinan la elección entre un almacén horizontal y uno vertical son:
- La altura y las dimensiones del espacio de la nave.
- El volumen y peso de las unidades logísticas.
- Los objetivos comerciales del cliente.
- Los flujos de rotación de la mercancía.
Tal y como apunta este estudio, cada almacén es diferente y presenta unas necesidades. Para una toma de decisión efectiva y adaptada a estos requerimientos, lo más adecuado es contar con una consultoría logística.
Cuándo incorporar un almacén automático vertical
En muchos almacenes, especialmente los autoportantes, la altura alcanzada supera los 10 metros. Si no se cuenta con un sistema automático, este espacio hacia arriba otorga una relación baja de ubicaciones de picking accesibles para el operario (o al menos no de una manera segura).
En estos casos, la mejor solución es integrar carruseles verticales ó transelevadores, que permiten almacenar mercancías en lo alto. Además, al no ser necesario que los empleados se muevan del puesto de picking, donde solicitan y reciben la mercancía por medio del SGA, se recupera un 90% de espacio en el suelo.
Este tipo de almacenes se han convertido en la elección de farmacias comunitarias. Su diseño permite albergar productos de alta rotación, diversas referencias y que han de dispensarse de manera individual.
Cuándo instalar un almacén automático horizontal
Los almacenes horizontales representan una mejor opción para empresas con mercancías de baja o media rotación. La razón recae en la dificultad que supone hacer reposiciones. En caso de que se necesitase hacer cambios con frecuencia, este tipo de almacén no es recomendable.
No obstante, su precio tiende a ser más bajo y asumible. Este aspecto supone una gran ventaja para empresas con un presupuesto más ajustado pero que no quieren renunciar a la automatización de su sistema de almacenaje.
Los carruseles horizontales constituyen la única alternativa para naves de baja altura (de 3 metros o menos).